«Para mí esta técnica significó un cambio a cómo se me aparece el recuerdo de la experiencia traumática. Antes el recuerdo en sí era traumático, me desesperaba tratando de escapar de él, lo que lo volvía angustioso por el sólo hecho de aparecer. Ahora no es que haya desaparecido, pero se parece más a los otros recuerdos. Mi cabeza ya no intenta escapar de él, por lo que así como viene, sé que también se va, como si esa cosa pegote que tuvo durante muchos años hubiese desaparecido.»
«Decidí empezar terapia en un momento muy difícil emocionalmente. El trabajo fue muy bonito, profundo, constructivo y enriquecedor en muchos sentidos. Aprendí a conocerme, escucharme y también a manejar esas situaciones difíciles por las cuales decidí ir a terapia en primer lugar.
Personalmente creo que hay que comprometerse con uno mismo al ir a terapia, no es simplemente ir una vez a la semana a “contar los problemas”…es un proceso más profundo que al final del camino es muy enriquecedor. Partí mi terapia por situaciones puntuales, pero además de poder abordar esos problemas, siento que adquirí herramientas y enseñanzas que han permeado en muchos ámbitos de mi vida y que utilizo día a día y han logrado un cambio profundo en mi bienestar y felicidad.»